

Estimados compañeras y compañeros loreen estas fotos de Vladimir Ilich.
Saludos.
CAS
De seguro después de leer esto van a cachar que no entienden nada de música. Si hubiesen leído estas inmortales ideas al black no le gustaría el metal, a pascuero los creedence, al bistec no le gustaría yazoo,a la maripap lucho barrios y el fraccia no andaría webiando con "el tomate" en pleno sigloXXI...
"La música jucheana, que tiene su origen en la música revolucionaria antijaponesa, ha recorrido un camino de desarrollo ininterrumpido bajo la acertada dirección de nuestro Partido. Este abrió la nueva época de la ópera de tipo "Mar de sangre", al dirigir atinadamente la puesta en escena de esa famosa obra clásica compuesta por el gran Líder en el período de la Lucha Revolucionaria Antijaponesa; y escribió la historia del gran cambio para la creación de buenas canciones y la música instrumental popular. De esta manera, se han asentado los sólidos cimientos para ampliar y profundizar más las tradiciones de la música jucheana y hacerla florecer ininterrumpidamente. Nuestra música, que bajo la acertada guía del Partido ha venido desarrollándose brillantemente, disfruta hoy del cálido amor del pueblo y tiene fama en el mundo como genuino prototipo de la música jucheana. En la historia de nuestro país no hubo tiempo en que el arte musical floreciera tan espléndidamente como hoy, perfilándose en toda la gama de su belleza. Esto es uno de los inapreciables méritos acumulados por nuestro Partido en la creación del arte y la literatura." "El asunto esencial con respecto al contenido revolucionario de la música jucheana lo constituye el del Líder y el relacionado con la estrecha vinculación entre éste, el Partido y las masas. La infinita fidelidad al Líder y la que se manifiesta hacia el Partido y las masas del pueblo trabajador teniéndola como núcleo, constituyen el contenido principal que determina el carácter revolucionario de la música jucheana." Como diría el negro...Chúpense esa..con mayonesa!!!
El camarada Petrov estaba bastante preocupado porque no se habían alcanzado las metas fijadas por el Plan Quinquenal. Su preocupación tenía un fundamento tirando a plomo, porque nada desagradaba más al camarada Josef Vissarionovich Diugashvilli “Stalin” que no se cumpliesen las cotas de producción que sus tecnoburócratas de la planificación centralizada establecían desde Moscú, a millares de kilómetros de distancia.
El preocupadísimo partorg camarada Petrov explicó al atemorizado camarada Stajanov que debía hacerse un esfuerzo extraordinario para superar las marcas de extracción de carbón en Irmino, que estaban demasiado bajas, a pesar de que había llegado una partida de martillos neumáticos.En la noche de ese mismo 30 de agosto de 1935, Alexei Stajanov descendió a la mina, agarró el martillo neumático y en un turno de seis horas de trabajo extrajo 102 toneladas de carbón, equivalentes al 10 por ciento de toda la producción diaria de Irmino. La noticia de su hazaña se propagó por el continente soviético e instantáneamente surgieron millares de émulos. Había nacido el stajanovismo. Un zapatero cosió 1.008 suelas en un solo día, un bailarín del Bolshoi superó las metas fijadas por el comisariado del Plan Quinquenal e inspirado por el genial pensamiento del Padrecito de los Pueblos quedó suspendido en el aire hasta que se durmieron los cronómetros, el camarada Popov superó la barrera de los tres mil versos en odas a Stalin escritos en un solo día. Un minero siberiano extrajo 364 toneladas de carbón, otro llegó a las 778, otro a las 981. El 29 de noviembre, Vladimir Machekin, de la mina Prokopievsk no descansó hasta dejar un hueco así de grande en las entrañas del planeta: 1.466 toneladas de carbón.
Stajanov se había convertido en un héroe de la Unión Soviética. Recorría el imperio dando conferencias sobre la influencia del pensamiento (o lo que fuere) de Stalin sobre la producción socialista, científicamente superior a la metodología capitalista. En los desfiles del 1° de mayo y del 7 de noviembre aparecía junto a los jerarcas del Kremlin en el mausoleo de Lenin. Toda una ironía del destino, porque hacía varios lustros que había dejado de trabajar: prácticamente desde el día en que descendió a la mina y en seis horas desató una gigantesca locura colectiva. En 1975, destruido por los delirium tremens, lo internaron en una clínica psiquiátrica, donde murió loco dos años después. La mina de Kadievska fue bautizada Stajanov. Por entonces, ya integraba la pequeña elite de seres humanos cuyo nombre se ha transformado en sustantivo o en adjetivo calificativo. Se denomina stajanovista a quien realiza un esfuerzo extraordinario en el trabajo, aunque últimamente, sobre todo desde que se derrumbó el socialismo real, ese vocablo asumió un sentido irónico: stajanovista es ahora quien se entusiasma excesivamente por el trabajo...