21 de mayo, mes del mar, de la armada y de las glorias navales, pero también mes de los discursos vacíos y llenos de más de lo mismo a los cuales la concertación nos tiene acostumbrados. Para no ser majadero no voy a referirme a los 5 puntos que tanta discordia ha traído en las huestes progresistas de Chile. Pero si me referiré a los ejes que la Sra. Bachelet enunció en su discurso con olor a picoroco y merluza…..Así, la primera perla de su discurso deja entrever muy claro cuales son los sustentos del progresismo concertacionista: “Estoy aquí como mujer, representando la derrota a la exclusión” ….PLOP diría condorito. Si el buen sentido me guía, la Sra. Bachelet quiere decir con esta frase que su “representación como mujer” en las altas esferas de la política resulta de la “derrota a la exclusión”. Si, pero debería especificar de cual de todas las exclusiones. Por el instante, es el triunfo de la “inclusión” al círculo político de la fronda pinocho-aristocrática que aún modela la política chilena de los últimos 30 años. Pocos inteligentes, los ideólogos de los temas valoricos que guían a la concertación deberían ser mucho más cautos cuando se trata de hablar de exclusión, sobretodo cuando en Chile las mujeres son excluidas no sólo del punta de vista de género sino además, en términos de igualdad social. Pero como la fiesta del 21 de mayo no podía estar incompleta, la Sra. Bachelet tuvo la desfachatez de apelar al nombre de la compañera Sola Sierra para destacar el aporte de las mujeres. Claro está, el aporte de Sola Sierra dista mucho de aquel que nos quiere hacer creer la Sra. Bachelet cuyo aporte como mujer no es más que un artificio que pretende meter a todas las mujeres en un solo “saco”. En efecto, Bachelet nos quiere hacer creer a todos que existe una “transversalidad” de género que se distancia de cualquier signo político o ideológico. En otras palabras, da lo mismo ser Lili Pérez o Sola Sierra, total todas son mujeres…..
Pero no hay fiesta si no hay anuncios, y si de anuncios se trata, el 21 de mayo suele ser el momento propicio para develar las intenciones políticas de los tenantes del poder. Es así como el partenariado “Concerta-chetista” pone, y dispone, en los medios de prensa los nuevos bemoles del sentido común. Por ejemplo, a los ya clásicos monosílabos como “bonos” , “pobres”, “ampliación”, “seguridad”, se le agregan otros más novedosos y útiles en esta hora de mundialización que azota al jaguar chilensis. Así aparecen con pompas aquellos como: “tecnología agrícola”, “gasto de innovación” o “reforma provisional”, etc. etc. etc.
Una lectura más acabada del lenguaje bacheletista nos indica que Chile seguirá la senda trazada desde 1990, es decir, más de lo mismo. En este sentido, las reformas cosméticas que llevan a cabo los próceres de la concertación nos auguran las mismas condiciones estructurales que contribuyen a las desigualdades sociales. En este marco, y a tono con el surrealismo que invade el Chile “moderno”, suelen ser ridículas las propuestas tales como las presentadas la semana anterior por un ex compañero de curso de la Academia Iquique, Fulvio Rossi, quién busca legislar sobre la eutanasia. Así, en un juego de palabras, el diputado Rossi busca garantizar vía legal “la dignidad” de las personas de cara a la muerte. Sin embargo, debería también poner más hincapié en garantizar la dignidad no solo de cara a esa situación particular sino además de cara a la vida como un todo global. Breve, en el Chile de hoy, el sentido común es dogma y forma parte del paisaje recreativo de un país sin memoria, en donde la clase política organiza el destino de todos.
En este sentido, y considerando que el sentido común hace gala en estos “nuevos tiempos”, la Sra. Bachelet anunció con énfasis sus cuatro ejes que guiarán el nuevo periodo. Ahí aparece la “gran reforma al sistema prévisional”, ese mismo heredado del esbirro de Pinochet José Piñera, hermano del “tatán”. Solo me cabe preguntar, se puede reformar un tal sistema buscando conciliar “ganancias” con “justicia social”? Se puede conciliar el bien público con el bien privado? Quizás si, pero habría que ver como se define el bien público antes que nada. Otra arista del programa concertacionista será, de nuevo, el énfasis a mejorar la educación. Según el pragmatismo imperante, más cunas y jardines infantiles bastaran para “superar” la pobreza y la exclusión que produce el modelo. Nuevamente la visión de la pobreza y de las desigualdades sociales es solo una constante “cuantitativa”. El radio es, “a más servicios menos pobres”…..juzguen Uds.
Como tercer eje del mandato de Bachelet, tenemos la “innovación y emprendimiento para el crecimiento”, una especie de programa que busca favorecer la concurrencia entre los almacenes de la esquina y los grandes supermercados. La fiesta continúa con el impulso a un programa llamado “barrios amables para mejorar la vida de las personas”. Aquí, flaites y neonazis deberían tomarse de la mano, sin por supuesto hacer ningún lien entre calidad de vida y posición social. Y los morlacos del cobre? Como queda de manifiesto, la Sra. Bachelet ya habla de “prudencia” y “sabiduría” para gastar lo que a los chilenos les pertenece. Quizás ella se refiera a la misma “prudencia” y “sabiduría” que utilizó cuando fue ministra de defensa y les obsequió submarinos y aviones a la Armada y a la Fach respectivamente con dineros del cobre.
Para cerrar la fiesta, la Sra. Bachelet se acordó de los pobres comunistas que se mojaban con san isidro al exterior del congreso. Dijo: “Enviaré prontamente la reforma al sistema binominal”, afirmó. Sin embargo, “se que es un asunto muy controvertido –reconoció-, pero espero que estemos de acuerdo en que haya un sistema electoral más equitativo, representativo y que garantice la gobernabilidad”, señaló. En otras palabras, habría que preguntarse que entiende ella por un sistema que “garantice gobernabilidad”. Si la garantía de gobernabilidad en estos 16 años ha sido la concertación y la derecha, entonces la reforma al binominal no podría favorecer a un partido como el PC porque este “debería” estar contra el modelo. Por antonomasia, solo un PC colaborador con la institucionalidad vigente podría garantizar tal “gobernabilidad”. Breve, cuando el PC formalizó los 5 puntos, fue el día en que ese partido perdió la inocencia……
Finalmente, la Sra. Bachelet se cuadra con jugar a las predicciones del mismo modo que lo hicieron Alwyn, Frei y Lagos, que en varias oportunidades le pusieron fecha al fin de la transición. En esta oportunidad, envalentonada por los ideólogos del modelo, Bachelet afirmo que “en 2010 se erradicará la pobreza”. No me cabe duda que los ingenieros de la concertación deben estar jugando a los números para contribuir a tan magnánimo objetivo. Bajarán el nivel de pobreza a 25 lucas? O van a exportar los pobres a otros países? Cualquiera sea la solución, el liberalismo económico de la concertación (que a veces contagia a la izquierda también) no puede sino que contribuir a generar más desigualdad que otra cosa. De ahí que se debe estar atento para desnudar y denunciar las medidas que contrabandean los principios de la tercera vía de Tony Blair en Inglaterra o de Rodríguez Zapatero en España. Breve, el sentido común debe dar paso a una critica del pragmatismo imperante para poder salir del estado de inercia en que viven miles de personas en un país sofocado por tanto reality.
RCM